Para empezar un gran proyecto hace falta valentía.
Para terminarlo hace falta perseverancia.
Se supone que quererse a uno mismo debe venir en nuestro pack de "Yo soy...". Se supone. Claro está que nos queremos pero en los momentos duros o en aquellos que simplemente nos hacen plantearnos ciertas cosas, dudamos sobre todo en el hecho de: ¿yo valgo?
Parece un poco raro pero sé de lo que hablo. No es que tenga crisis con mi forma de ser ni nada parecido, no penséis cosas raras pero... simplemente una mala noticia arrastrada durante mucho tiempo me puede hacer plantear muchas cosas de mí misma. Supongo que el estar acostumbrada a unas notas decentes tirando a buenas durante toda mi vida tiene que ver. Porque sí, a parte de los problemas personales que tenemos todos, estoy un poco... en "crisis" (por así decirlo) por mis notas de la universidad. Soy consciente de dónde me he metido, de que todas las carreras son complicadas pero está el hecho de hacerla en un idioma que no es el tuyo nativo (en mi caso castellano/catalán) y ver ciertos resultados (no es que sean devastadores) deprimen un poco. Quiero decir, estar al límite es lo que me preocupa. Y cuando digo límite no digo de mi esfuerzo, porque sí, puedo esforzarme un poco más y lo haré. Es el límite de mis notas (sólo de algunas). Porque quiero mejorar y lo intento: una y otra vez. Pero vuelvo a caer.
Es cierto que cuando caes tienes que volver a levantarte e intentarlo una y otra vez, hasta que puedas con todo. Es la perseverancia y yo eso lo tengo claro. El problema está en que cada vez me cuesta más y más levantarme. Cada vez, encuentro más dificultades al encontrar razones por las que seguir esforzándome. Porque aunque siempre sean las mismas, parece que van perdiendo peso poco a poco... y eso es precisamente lo que no quiero.
Ahora me diréis: ¿qué es lo que te anima entonces? Bueno, no es el proceso lo que me importa en realidad. Yo sé a lo que me quiero dedicar (a la Edición y a la Escritura) y en realidad el camino... daba igual cual cogiese. Simplemente escogí este porque era mi favorito y como gran amante de los idiomas y todo lo que les rodea, pensé que era lo mejor para mí. De hecho, sigo pensando que es lo mejor... ¿pero es lo mejor sustituible por mi felicidad? Quiero decir... me encantan las clases y todo, pero a veces, me estoy jugando el ser feliz. El estar a gusto... y eso es muy importante para mí.
La felicidad es algo esencial en nuestras vidas y cuando no tenemos la suficiente... puede ser fatal. Me encanta lo que hago, a toda la gente que estoy conociendo en el proceso pero solamente está esa pequeña astilla: las notas. Que sí, en realidad estoy aprendiendo muchísimo y me queda un poco más de medio año del primer curso de la universidad y todo puede cambiar... pero da miedo. Me da miedo continuar así a pesar de mis esfuerzos.
Porque soy una persona muy constante y me gusta trabajar, y todo lo que me rodea, claro. Pero si algo va mal... necesito mucho tiempo de pensar y algunas personas de mi alrededor apoyándome. Y ver que personas muy, muy importantes para mí, poco a poco pierden esa confianza en mí... es como... Vale. Tengo que confiar yo en mi misma, pero también necesito un poco de ayuda. Porque soy una persona que se apega mucho a la gente y muy amiga de mis amigos. Y como tal, también me gusta que me mimen y todo eso. Sé que suena un poco raro pero... es así. Es decir, yo lo siento así.
Sé quien soy, soy Estela. Sé lo que quiero ser, tanto Editora como Escritora a poder ser. ¿Pero es mi camino el correcto? Lo único que sé de momento es que debo continuar, poco a poco, esforzándome... y sea como sea, ir saliendo hacia delante. Porque ya sabía que esto sería difícil. Pero... como todas las personas, necesito apoyo "moral" por así decirlo. Confiar en una misma a veces no basta. También necesitamos ver que la gente crea en nosotros. Porque por mucho que creamos, si no nos vemos respaldados... a veces puede ser peor que nada.
Un abrazo enorme para todos,
E.