Porque el cambio en el tiempo del día de hoy se asemeja perfectamente a cómo me siento interiormente: desbordada. Gotas que caen una y otra vez, sin aparente remedio alguno. La lluvia repentina es como las lágrimas saladas que caen poco a poco desde mi interior. Así, sin más. Con razones pero sin razones. Hay cosas que no avisan cuando vienen. Ésta, supongo que tampoco ha podido avisar. No se puede evitar algo que está muy calado dentro de ti...
Y es que no soy solo yo, y ya está. También eres tú, tus decisiones. No soy yo la cerrada en banda. Tú también creas la situación. No cedes tampoco. No es solo: "esto es lo que hay, tú decides". No es justo. No lo es.
Y es que no soy solo yo, y ya está. También eres tú, tus decisiones. No soy yo la cerrada en banda. Tú también creas la situación. No cedes tampoco. No es solo: "esto es lo que hay, tú decides". No es justo. No lo es.
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