viernes, 30 de diciembre de 2016

Sobre no lanzar todo al vacío

Hay momentos en la vida en los que todos necesitamos estar solos. Y pensar, y llorar, y pensar sobre qué es lo mejor que podemos hacer en esos momentos. Pero también esos momentos, nos pueden jugar malas pasadas.

Hay decisiones que no se pueden tomar cuando estás estresado/a, cuando tienes muchos problemas encima o cuando ha habido un pequeño vaivén en tu relación. Todos somos personas, todos nos equivocamos.

Y lo que menos puedes hacer, es dejarte llevar por una sensación de malestar puntual dentro de una relación muy sana y buena, ya que, ambos como personas, podéis haber tenido algún fallo.

Las cosas se tienen que hablar, no guardárselas para uno mismo.

Eso es lo peor que se puede hacer y el primer paso de romper la confianza con alguien. Si ves que tu pareja está mal, que tu pareja necesita ayuda, que tu pareja NO ha sido así nunca, no pienses que es por ti. Pregunta, ayuda, supera junto a ella. No la abandones porque crees que está así por ti. No todo gira a tu alrededor. Deberías saberlo. 

Si de verdad quieres a esa persona, después del tiempo que necesites, te darás cuenta que quieres estar ahí. Que quieres continuar. Aunque ahora lo veas todo gris... todo se puede volver más claro.

Con confianza, con ganas y, sobre todo, con mucha paciencia. No tires las cosas, todo lo conseguido juntos, todo lo logrado con esfuerzo y muchas ganas. Se puede recuperar, solo necesitamos tiempo. Tiempo para ver, para descubrir, para darnos cuenta que realmente somos muy buenos juntos y que todo esto es una prueba que nos está poniendo la vida. Superémosla.

Demostremos que podemos con esto y mucho más, porque lo podemos lograr. Podemos ir más allá, podemos ser más, más de lo que hemos sido. Y cuando superemos esto, veremos que ha sido algo esencial para crearnos como futuras personas. Habremos cambiado y madurado en muchos aspectos en estas pocas semanas. Confía, confía en ti, en mi y en nosotros.

Quizá ahora no lo veas claro, pero confía en que podemos hacerlo. Nos lo demostraremos, ya verás.

Todo no se acaba tan rápido

Dos semanas. ¿Son dos semanas suficientes para decidir que no te importa alguien? ¿Una persona con la que llevas compartiendo casi año y medio de felicidad? No, y menos sobre todo después de este mes y pico tan malo, con todas las situaciones vividas frenéticamente.

No. Y mucho menos cuando ambos os conocéis y sabéis cómo sois. Cómo sois como personas y como pareja.

Es imposible que no te importe una persona o dejes de querer a una persona en solo dos semanas. Hay muchos más factores por el medio: la vida. 

La vida es muy dura a veces. Nos hace sufrir estrés, malos momentos, sentir que no somos nada... pero es en esos momentos cuando más necesitamos el apoyo de los que más nos quieren, no echarlos de nuestro lado. 

No es coherente. Ni justo, ni de pensar si quiera en uno mismo. 

Si estás mal y realmente valoras a la persona que tienes a tu lado, serás capaz de pedirle ayuda.

Si ves que la otra persona está mal y ella siempre, SIEMPRE, te ha ayudado, ayúdala. No huyas a la primera de cambio. El amor, la vida, las situaciones, no siempre son fáciles. Pero no por ello imposibles. Debes luchar por lo que quieres, por lo que anhelas, por lo que has tenido.

Debes luchar por lo que has tenido durante este tiempo porque, puede ser, que ahora no lo veas porque tienes un agobio y un estrés muy grande encima, pero sí que quieres y aprecias a esa persona. Y le estás haciendo mucho daño, cuando ella siempre ha estado a tu lado y te ha apoyado.

Apoyaos ahora mutuamente. Podéis con esto y mucho más. Confía. Sobre todo, confía. En ti, en ella, en vosotros.