domingo, 9 de junio de 2013

Mentiras, mentiras, todo mentiras.

   Es fácil ver cuando para una persona le eres importante o no. Y cuando te das cuenta que para alguien que te hacía creer lo contrario en realidad no lo eres... es algo difícil de asimilar. ¿Has perdido el tiempo? Puede que sí. puede que no. Pero es una pena que no sepan verlo. O que si lo ven, pasen del tema y decidan no hablarte más e ignorarte. Pero tú sabes que están por ahí, porque se nota. Simplemente son cobardes. La cobardía es una de las peores cosas que se puede tener. Y es una pena perderlo todo por ella... O es que quizá, no somos tan importantes para esas personas como nos hicieron creer. Todo son mentiras, mentiras. Menos mal que en teoría a veces sí que estamos rodeados de gente que nos quiere de verdad y nos aprecia, sino... Podría llegar a pensar que todo es una mentira. Muchas veces me lo he planteado pero tengo suerte de que si que hay unas cuantas personas que sí que valen la pena en mi vida, de momento, y merecen amistad. Lo malo es pegarse un golpe y otro con muchas otras que pensabas lo mismo de ellas. ¿Por qué dejar de luchar? Al menos, yo lo intenté. Que no se diga que yo no lucho por las cosas. Una, dos y tres veces, pero no más. Si los demás no ponen de su parte, no vale la pena. Mientras, quizá siga esperando... pero tengo muy claro quién lo vale y no. A no ser que me demuestren lo contrario.

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