lunes, 10 de junio de 2013

Sueños rotos

   Sabemos de sobra que no todo es posible. Que hay sueños que por mucho que luchemos por ellos, no podemos conseguirlos. Las razones son obvias, razones que no tenías en cuenta porque son un simple paso para poder conseguirlo o simplemente porque creías que alguna cosa que te ayudaba siempre iba a estar ahí.
   Una vez que sabes que todo eso está roto, ¿cómo continuas? No ves más salida, no ves solución... porque no hay solución posible. Y no me vale de nada que me digan que la hay. Solo la hay para la gente que tiene dinero de sobra. Así de claro.
   Me indigna mucho toda esta situación y a la vez me siento muy mal. Sí que será verdad que solo quieren que estudien las personas con buenas capacidades económicas. Es una lástima... porque en este país parece que no valen las ganas de seguir adelante, de estudiar, de querer formarte, de querer con todas tus fuerzas llegar a ser alguien. NO VALE DE NADA, SEAMOS REALISTAS. Porque cuando fallas un poco y no llegas a lo que se te pide, te cierran todas las puertas. Todas. ¿Es eso justicia? ¿Igualdad? ¡Venga ya! 
   Ya no sé qué más decir. Llevo bastantes días tocada y no puedo más. Estoy harta de este tipo de injusticias. ¿Yo no lo valgo? ¿Solo porque al entrar a la universidad he bajado un poco en mis notas? Ha sido un cambio muy grande y mucho esfuerzo. Pero claro, las carreras de letras no merecen tener las mismas oportunidades que las de ciencias porque claro, nosotros aprobamos y sacamos notazas sin estudiar, ¿no? Quién sea el majo que dice todo esto, le estamparé mis apuntes de historia, literatura, etcétera en la cara. Porque además, son en un idioma que no es el nuestro materno. Así que un OLÉ por esos pedazo de gobernantes que tenemos y los que dictaminan las nuevas leyes de las becas. ES INDIGNANTE.
   Adiós a nuestros sueños, a todo por no llegar al 90% de créditos aprobados por ser de letras. Aunque sea por un par de %. Todo el año esforzándote para nada. Claro, claro. Las letras están chupadas, ¿no? VENGA YA.
   Lo que más me fastidia es ver que lo poco que puedo luchar ya, sé que no conseguiré nada. Porque son normas y los de abajo tenemos que cumplirlas. O si puedo hacer algo, dudo que llegue muy allá. Y si lo hiciese, sería por inspiración divina o algo así. No puedo más. No puedo. No puedo continuar viendo como mis sueños se rompen poco a poco por estar en un país que no lucha por sus estudiantes. En un país que no apuesta por el futuro. La maldita corrupción le ciega. DINERO. Todo tiene que ver siempre con el maldito dinero...

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