lunes, 13 de marzo de 2017

¿Por qué les cuesta tanto a las personas pedir perdón?

¿Es tan difícil?

¿Qué pierden con ello?

Yo he pedido perdón muchísimas veces y considero que he ganado más de lo que he perdido.

Primero de todo me he ganado a mi misma. El saber que me he deshecho de un malestar que tenía, porque yo si hago algo mal, no me gusta hacer daño a la gente y estar sin disculparme.

Y segundo... pedir perdón arregla muchas cosas. Poco a poco, con tiempo y con tiento, todo se soluciona con paciencia.

Pedir perdón es fundamental y ayuda a las personas a ser cada día, un poco mejores.

No dejemos que el orgullo venza al poder del disculparse.

El disculparse, gana muchísimas batallas.

Sobre todo aquellas que das por perdidas y sin solución.

Somos personas, todos nos equivocamos. Ese es el primer paso para darse cuenta de lo importante que es pedir perdón: a todos nos gusta que nos lo pidan si nos hacen daño. Entonces, ¿por qué no hacerlo nosotros?

No hay comentarios:

Publicar un comentario