sábado, 18 de febrero de 2017

Esforzarse para nada...

Porque aunque hagas bien las cosas o lo mejor que puedas, nunca lloverá a gusto de todos.

Pero de todas formas, es muy triste, que hagas tantas cosas buenas por alguien, incluso hacerle ver que va a perder a sus amigos, ayudarlo a recuperarlos y tenga el valor de seguir haciéndote sentir la culpable de todo. La mentirosa, la mala persona, el ogro... solo por ser la única capaz de decirle las cosas.

Si él supiera lo poco que estaban dispuestos ellos a ayudarle... y que he sido la única que le ha puesto los puntos sobre las i... Ni tan siquiera por esas, supongo que me seguiría culpando de todo. Es lo más fácil, ¿verdad?

Aunque te preocupes por alguien y veles porque esté bien... No sirve de nada. 

Mientras siga pensando mal de mi, no podrá cambiar nada. Aunque la persona de conozca desde hace tanto tiempo... Es muy triste que mis palabras no tengan valor para su persona. Muy, muy triste.

Después de todo, de tanto apoyo, de tantos momentos juntos... Es triste que no se plantee que es él el que tiene el problema y yo solo trataba de ayudarle. Que soy la única que lo ha querido ayudar de verdad y que los demás... Solo esperan. Aunque lo vean mal. Solo aceptan...

A veces me pregunto de qué me sirve ser buena. De qué me sirve luchar porque las personas que me importan estén bien si no lo saben valorar. Si no me saben valorar.

Hasta los más cercanos cuestionan todo lo que hago. Y me lo reprochan.

Todo es siempre así. Y la verdad, es que me cansa de sobre manera.

También me entristece mucho que me hayan prometido tanto: tanta ayuda, tanto arrepentimiento... ¿de qué sirve cuando todo desaparece tan fácil por lo que dicen los demás? ¿Por qué no hay confianza en mi persona?

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